Amanece un soleado día de abril en Córdoba, el cielo está totalmente despejado, y los fantasmas de la lluvia que acostumbran a revolotear siempre por estas fechas se han esfumado. En la plaza del doctor Emilio Luque reina el silencio, que tan solo se ve interrumpido por el puntual canto de los gorriones desde las ramas más altas de los árboles. Un ambiente muy distinto se respira desde el portal de una de las viviendas que rodean este lugar tan singular de Córdoba. Ruido de tacones acelerados por el pasillo, el ensordecedor sonido de algún secador de pelo, gritos de alegría…hoy se casa Elena. Son cinco mujeres en la casa, y los vestidos de fiesta cuelgan del dintel de la puerta del salón. Hay sonrisas y hay miradas con los ojos vidriosos que dejan entrever que el día de hoy es un momento único en sus vidas.
Días antes, en el mismo balcón de esa casa a la caída de la tarde, le formulé una pregunta a la madre de Elena: «¿qué es el amor para ti?»…No dudó un segundo…»El amor es entrega», me contestó emocionada.
Nicolás ya ha llegado a la puerta de la iglesia de San Miguel, con una sonrisa de oreja a oreja saluda a los primeros invitados tratando de disimular los nervios de la mejor forma posible. Toma a su madre del brazo y se dirige al altar, donde comenzará la que posiblemente sea la espera más larga que jamás recuerde, la llegada de Elena.
«Dime una palabra que defina a Elena», le pregunto a Nicolás en la intimidad una tarde en casa de sus padres. Y con la misma contundencia con la que me contestó la madre de su chica días antes me dijo: «entrega, Elena es entrega».
Las piezas habían encajado.
El coche que conducía a Elena a la iglesia acaba de llegar. La gente de la calle se detiene a contemplar el momento. Los rayos de sol hacen que el vestido de Elena destaque por encima de todo. Se coloca al final del pasillo que conduce al altar, donde Nicolás aguarda impaciente, lo mejor está por llegar…
Vídeo documental de la boda de Elena y Nicolás, celebrada en Córdoba (España).
Cortijo La Vieja Cigarra (Córdoba)
