La historia de Isabel y Luis se escribe sin prisas, con la paciencia de los que saben esperar al amor auténtico. Un buen día la vida unió sus caminos y decidieron cogerse de la mano para seguir andando juntos para siempre.

Y para ello eligieron el impresionante Monasterio de la Cartuja de Granada, un lugar cargado de significado para ellos, no solo por su fe sino también porque fue allí donde comenzaron a conocerse el uno al otro.

En casa de Isabel, la calma inicial poco a poco va abriendo paso a los nervios cuando sus hermanas comienzan a abotonar el vestido de novia. Mientras tanto, Luis va recibiendo a los primeros invitados en la puerta de la Iglesia.

Un espléndido sol de marzo luce en todo lo alto cuando Isabel hace su llegada. Luis ya está esperándola al final del pasillo, con una sonrisa nerviosa. La espera he terminado.

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