El batería de la banda de jazz marca la entrada con las baquetas, la música comienza a sonar y los primeros invitados llegan a la recepción del banquete. Hace escasas horas una inesperada tormenta de mayo descargaba con furia sobre la ciudad, pero ahora el cielo luce despejado y la tarde ha quedado limpia y fresca. Beatriz y Enrique llegan a la hacienda y comienzan a recibir a familiares y amigos con una sonrisa plena de felicidad en el rostro. Por la tarde, Beatriz comenzaba los preparativos en la casa de sus padres, tratando inútilmente de disimular el nerviosismo por la llegada de un día que tantísimo tiempo había estado esperando.
Tal y como me comentó su madre, visiblemente emocionada, pocos días antes del evento: «Llevamos un año hablando de boda…Tengo ganas de que todo esto culmine viendo bajar a mi hija por esas escaleras vestida de novia».
Un Mercedes clásico llega a la iglesia de Santa Marina de Córdoba, entre los asistentes más puntuales se escucha un «aquí viene el novio». Enrique saluda a los amigos y enfila el pasillo al altar del brazo de su madre. Ha sido un largo año pensando en ese momento, ha sido una larga espera.
Vídeo documental de la boda de Beatriz y Enrique, celebrada en Córdoba (España).
Iglesia de Santa Marina de Aguas Santas (Córdoba).
Celebración en Hacienda Santa Rosa (Córdoba)
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